domingo, 5 de junio de 2016

Matrimonios infantiles

Los matrimonios infantiles son una tragedia que los niños, y especialmente las niñas, viven diariamente en algunos países del mundo. Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP), más de 140 millones de niñas contrajeron matrimonio a edad temprana entre los años 2011 y 2020.

Sin embargo, es complicado saber la cantidad exacta de estas uniones que tienen lugar en todo el mundo, pero se sabe que el matrimonio antes o durante la pubertad es bastante frecuente en distintas zonas de Asia y África, pero especialmente en países como Afganistán, India, Irán, Nepal, Pakistán, Angola y Burkina Faso.


Motivos de los matrimonios infantiles


La pobreza, la tradición y la falta de medios para acceder a la educación, son los principales motivos de estas tempranas uniones. Y uno de los puntos más importantes para impedir estos sucesos es que los niños y niñas puedan estudiar, puedan ir al colegio y puedan decidir.

Matrimonio infantil

El caso de las niñas es, como casi siempre, el más cruento. Para las familias las niñas son un problema a nivel económico, y unirlas en matrimonio es la manera que tienen de quitarse ese “peso” de encima. Asimismo, se cree que la niña tendrá un hombre que la cuidará. Desgraciadamente pocas veces ocurre, y lo que sucede es que se condena a la niña a una vida de malos tratos y abusos de todo tipo. En realidad, lo que se busca con estos matrimonios es garantizar la sumisión de la mujer, tener una criada en el hogar y una madre para los hijos.


Consecuencias de los matrimonios infantiles


Para las niñas estas uniones forzadas son muy negativas, a nivel psicológico y físico. Abandonan los estudios y se ven enfrentadas a embarazos tempranos que les provocan complicaciones frecuentes, incluso su propia muerte o la del bebé.


Matrimonio infantil

El maltrato también es habitual, y si la joven opone resistencia a contraer matrimonio o tiene la osadía de enamorarse de un chico de su edad, puede acabar asesinada por su propia familia.


La vulneración de los Derechos


A pesar de que en la mayoría de estos países las leyes fijan la edad mínima para contraer matrimonio en los 18 años, se siguen celebrando uniones con niños, y sobre todo con niñas, que en ocasiones ni siquiera han cumplido los diez años de edad.


De mayor quiero ser libre

Se siguen costumbres y tradiciones dañinas que son impuestas como una obligación perenne, sin tener en cuenta el daño y el sufrimiento que provocan. Los matrimonios infantiles forman parte también de esas tradiciones, como la ablación o tantas otras. Tradiciones estúpidas, absurdas, que solo sirven para poner en peligro la vida de los niños o llenarla de angustia y sufrimiento, vulnerando todos sus derechos.


Beatriz Moragues - Derechos Reservados


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