Los CIEs
son Centros de Internamiento de Extranjeros, donde se encierra a personas que
están en España de manera irregular. No son cárceles, aunque funcionan de
manera muy parecida, con el agravante de que no cumplen la normativa de
cualquier centro penitenciario, además de que existe una casi absoluta opacidad
de lo que ocurre en su interior.